Una semana estuvo en
Nueva Inglaterra el actor chileno Nelson Villagra quien junto
a su esposa Begoña, también actriz de teatro,
manejaron 8 horas desde Montreal, Canadá, hacia EEUU.
Villagra ha trabajado en 27 películas y otra cantidad
más grande en obras de teatro. Su papel como el
"Capitán Mandiola" en "Amnesia" (1994),
del director chileno Gonzalo Justiniano, le significó el
Premio Internacional en Damasco, Siria, en 1995, como actor
de reparto que se suma a otros dos premios anteriores por
"La Última Cena"(1977) y por "Prisioneros
desaparecidos"(1978), esta última película es
prácticamente desconocida en Chile y fue hecha por el
director chileno Sergio Castilla sobre testimonios de
torturados/as bajo la dictadura militar. Villagra viajó
a los EE.UU. aceptando una invitación que recibió
de algunas universidades para presentar y conversar sobre el film
"Amnesia" (1994). Yo como guía y organizador de
su gira por las regiones de Connecticut (Fairfield University
y University of Connecticut) y por Manhattan, Nueva York (Barnard
College y Columbia University) -en la semana del otoño
más esplendoroso que ocurre a mediados de octubre
sólo en esta parte del planeta-encontré la
oportunidad para que conversáramos con Nelson junto a
unas copitas de un último "enguindado" que
a mí me quedaba.
Javier Campos, Universidad de Fairfield,
Connecticut.
Si tuvieras que elegir dos o más caracterizaciones
que has hecho hasta ahora como actor de cine y teatro
¿con cuáles te quedarías?
En teatro siempre es difícil elegir pero me quedo con el personaje Randall
-un muchacho negro- de la obra del norteamericano William Hanley, "Lenta
danza hacia el patíbulo" (1964) que hicimos en Chile en 1967. Fue un
trabajo muy ajeno a mi comportamiento físico y tuve que trabajar muy
meticulosamente hasta lograr otro nuevo. La gente que me vio en ese trabajo
(seis meses en cartelera más algunas giras a provincia) aun recuerda ese
papel mío. En cuanto al cine siempre tengo más problemas pues
debo dividir mi carrera en etapas. Si se trata del cine que he hecho hasta ahora
en Chile, evidentemente el rol que hice como José del Carmen Valenzuela
en "El chacal de Nahueltoro" (1968), bajo la dirección de Miguel
Littin, creo fue un trabajo logrado sobre todo en el contacto con el público.
Pienso y siento que logré trasmitirles ese personaje al público
(a propósito de ese personaje, hasta el día de hoy me siento en una
relación especial con el público chileno) y en la etapa de lo que
he filmado en el exterior debo incluir "La última cena" (1977)
-dirigida por el cubano Tomás Gutiérrez Alea, gran maestro- que me
ha dado muchas satisfacciones por el impacto que también logra producir
en el espectador.
Tres Tristes Tigres
¿Qué ha significado para ti trabajar con destacados directores
como Littin, Ruiz, Gutiérrez Alea, Solás, por ejemplo?
Lo que uno hace con los directores ( y ellos con el actor) es tratar de buscar
un diálogo para meterse en el set de una manera creadora. Influirnos
en el buen sentido para que entre sus ideas y las del actor emerja una
creación artística. Yo he tenido la suerte de trabajar con esos
directores mencionados que han marcado rumbos en el cine latinoamericano y en el
cine internacional. Pienso, por ejemplo, que el film de Humberto Solás
-"Lucía" (Cuba, 1968)- es uno de los clásicos
latinoamericanos que quedará para siempre en la historia del cine. Con
Humberto hicimos un hermoso trabajo - "La Cantata de Chile" (Cuba,
1975)-, obra necesaria y solidaria que el cine cubano hizo en los tiempos de la
Junta Militar chilena. Artísticamente fue una experiencia muy interesante
pues Humberto nos dio margen a los actores para muchas improvisaciones y
diálogos que se hicieron en el set mismo mientras filmábamos.
Por tanto teníamos que estar creativamente bien despiertos porque en todo
momento estábamos dispuestos y expuestos a ser llamados para crear una
situación nueva.
El Chacal de Nahueltoro
Tú eres uno de los actores que se inicia con el Nuevo Cine Latinoamericano
-con la ya clásica "El Chacal de Nahueltoro- y luego continuas una
larga trayectoria sin perder contacto con el cine de nuestro continente hasta
"Amnesia". ¿Crees que se puede hablar, en estos momentos de
globalización, de un cine latinoamericano diferente a ese que
comenzó en los 60?
¿Crees que hay un cine en nuestro continente que discuta este nuevo contexto?
Vamos a dejar para otra oportunidad ese concepto de "Nuevo Cine
Latinoamericano". No alcanzo a ver en este momento un cine que esté
problematizando el problema de la globalización. No me ha tocado ver a mi
a cineastas ni a actores que discutan aquello. Pienso que sí, que será
un problema a enfrentar en lo que tiene de virtudes y de defectos. Creo que el
cine y la creación artística como tal siempre han sido globales en
el sentido que partiendo de su realidad muy concreta y local puede se universaliza,
ya que su referente es el ser humano. En ese sentido los artistas siempre hemos
estado en la "globalización", hemos sido la vanguardia respecto
de los economistas, ¿no crees? En la connotación más
específica que hoy tiene la globalización, el estado chileno
aún no se ubica en cuanto a la potencialidad de un cine nacional. Y si la
misma cortedad de miras y falta de apoyo financiero la hubiera tenido nuestro
estado respecto del resto de la actividad económica, hoy Chile y sus
empresarios no podrían jactarse de ser un país de punta.
En relación a esa deficiencia, ¿hay temas ineludibles que podrían
ser llevados hoy al cine desde la perspectiva de nuestro continente en este fin
de siglo?
No me atrevería a proponer temas pues la creación artística
es siempre muy personal. A veces creyendo que uno NO se va a referir a tal asunto
resulta que sí lo toca. En todo caso, más importante que estar
ante un fin de siglo, es que estamos ante el final de un milenio y "al
comienzo de otro " y desde esa perspectiva sí pueden haber muchos
temas. Yo propuse un tema en una obra de teatro que escribí -"El
señor de las luces" (1992)-. Aludo allí a una época que
se termina con este milenio para enfrentarnos a uno nuevo sin saber qué es
lo que va a ocurrir. Preocupaciones similares ocurrieron al final de los milenios
anteriores a éste ¿no?. Quizás sea parte de los ciclos
históricos en los que no sabemos hacia dónde vamos a continuar.
El Recurso del Metodo
¿Existe aún el exilio para Nelson Villagra?
No. Eso terminó hace tiempo cuando se concertó la democracia en
Chile. Los que estabamos en el exterior y continuamos en el exterior nos quedamos
por diversas razones. Además, en mi caso, yo nunca tuve la sensación
de que estaba exiliado sino de que estaba trabajando en el exterior, y sigo
trabajando. Antes trabajé para ayudar a recuperar la democracia para Chile,
y luego continué en mi trabajo artístico.
En relación a eso, tú has vivido varios años fuera de Chile
¿cómo fue tu reencuentro con el país que dejaste después
de 1973?
En las visitas que he hecho después de 1989 he visto algunas cosas que han
cambiado pero para mi no han sido muchas. El "jaguar" después de
todo no es una goma de colegial. Yo siento que hay reservas espirituales que
tienen que ver con nuestra idiosincrasia chilena que yo la siento que
continúan allí. Las veo en expresiones juveniles actuales. Creo que
eso se expresa con más claridad en la provincia. Todavía ir a la
provincia en Chile -yo soy un hombre de allí- sigue siendo distinto que
ir a Santiago. Las reservas de la idionsicracia o lo autóctono se desarrolla
y se renueva más orgánicamente en esas regiones alejadas de la capital.
Creo que desde siempre -hablo en un sentido espiritual profundo- la provincia ha
sido una suerte de catalizador de las "novedades" llegadas a la capital.
Por eso dudo que logren reducir el país a una especie de Taiwan, encubriendo
la pobreza con el "progreso".
En los diversos países que has vivido fuera de Chile ¿cuáles
son aquellos, o aquél, que no podrías olvidar nunca?
Bueno, Cuba. La generosidad del pueblo cubano con los chilenos y,
en ese tiempo, para con todos los latinoamericanos era emocionante. Una solidaridad
humana desde el primer dirigente -Fidel en este caso- hasta el último
individuo cubano que pensábamos no tenía idea de Chile pero
todo el mundo allí estaba informado y manifestaba la solidaridad para
con uno. Ese pueblo y su revolución son para mi algo inolvidable.
No sólo eres actor de teatro y de cine, sino también eres escritor.
Sí, en estos últimos años. Yo comencé a escribir cuentos,
primero para saber si era capaz de manejar una historia, personajes y conflictos,
etc. Hice aquello como ejercicios para escribir cine y teatro que era mi afán
último. Mostré mi escritura a algunos amigos y escuchando sus
opiniones me sentí motivado a seguir. Por ejemplo escribí una
historia para el cine con la cual gané en el concurso de FONDAR en 1995,
(El financiamiento de la escritura). El guión ya está terminado y
pienso gestionar pronto la posible producción de él. Posteriormente
escribí otro guión que ha sido aceptado por una casa productora de
Canadá para llevarlo al cine. Es una historia que sucede en Chile y el
protagonista es un campesino, y el que haya interesado en Canadá es muy
importante para mi porque quiere decir que conseguí transmitir mi realidad
más allá de mi país. Finalmente, escribí una obra de
teatro -"El Señor de las Luces" - que estrené en Chile (1992)
con resultados magros de público. Quizás llegamos en el momento que
había una tremenda necesidad de "amnesia" en el país. La
obra fuera de Chile ha tenido buen resultado. Fue seleccionada en un teatro
importante de Montreal para una lectura pública y en francés. En
estos momentos la están traduciendo al inglés y será enviada
a Inglaterra.
¿Ves alguna relación de recibimiento en Chile de "El
señor...." con la de Ariel Dorfman, "La muerte y la doncella"?
Yo creo que sufrimos una situación similar pero con la diferencia es que
a Ariel lo trataron mal las criticas y comentarios. En nuestro caso sobre todo
nos "ignoraron". Quizás andando el tiempo "El señor
de las luces" vuelva a ponerse en Chile con otro director, otros actores...
me encantaría verla.
Prisioneros Desaparecidos
En esta breve gira por una parte de EE.UU. con la película "Amnesia"
¿Cuál ha sido tu impresión de su recibimiento entre un
público preferentemente de estudiantes norteamericanos cuya edad promedio
era 21 años?
Yo había hecho antes en Chile eso de ir con películas y hablar con
el público después. Puedo decir que tengo una experiencia larga al
respecto. Sin embargo las proyecciones que hemos hecho en esta parte de EE.UU. han
tenido una diferencia: el nivel de información o de aproximación que el
espectador tenía respecto a las cuestiones planteadas en la película.
Fueron diferentes las formas de aproximarse a los temas de la película
"Amnesia". Yo creo que la inquietud que percibí en los diferentes
encuentros que tuvimos era que ellos estaban "descubriendo un mundo".
Sin duda uno se pregunta que estando en el mismo continente ¿por qué
se desconoce tanto a los vecinos? Resulta que éste es un país tan
enorme y complejo que hay de todo y para todos los gustos. Los espectadores mismos
que vieron "Amnesia" son una muestra de lo que digo. En general se
advierte una percepción diferente de la violencia, la miseria, incluso la
percepción que ellos tienen de la justicia. En pocas palabras, la juventud
latinoamericana y europea con la que me he topado tiene mayor información
y es sensible a lo que acontece más allá de sus fronteras. Sin embargo
esta juventud norteamericana se dejaba sorprender. Se les despertaba la curiosidad,
excelente primer paso para el conocimiento. El film "Amnesia" les
sorprendió realmente. En ese sentido ha sido productiva esta visita:
provocamos la curiosidad en ese trozo de juventud y la hicimos re-pensar la
violencia cinematográfica, a la que están acostumbrados en EE. UU.,
comparándola con esa otra violencia que vieron en la película
de Justiniano.
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FILMOGRAFIA DE NELSON VILLAGRA
Amnesia (1994)
La Sarrasine (1992)
Artikos (1990)
Cargo (1990)
Viento de cólera (1988)
Baragua (1985)
El corazón sobre la tierra (1984)
La segunda hora de Esteban Zaya (1984)
Leyenda (1982)
Polvo rojo (1982)
Cuervo (1980)
Cecilia (1980)
Prisioneros Desaparecidos (1979)
La viuda de Montiel (1979)
El recurso del método (1978)
La rosa de los vientos (1978)
Rio Negro (1977)
La última cena (1976)
La cantata de Chile (1975)
La tierra prometida (1974)
Nadie dijo nada (1971)
Colonia penal, La (1970)
El Chacal de Nahueltoro (1969)
Los testigos (1969)
Regreso al silencio (1968)
Tres tristes tigres (1968)
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